Reseña #94: El príncipe de los piratas de Edmundo Díaz Conde

El príncipe de los piratas
Edmundo Díaz Conde
Editorial Algaida
Histórico/aventuras
Páginas: 432
ISBN: 978-84-9877-959-2
Precio: 18 €

Hubo un tiempo en que corsarios británicos, bucaneros franceses y filibusteros holandeses eran los amos del Caribe. Pero poco se ha contado de piratas españoles como Íñigo Santa Cruz, forzado a convertirse en caballero de fortuna por una patria que desampara a sus propios hijos y los obliga a vagar por el mundo. 
En aquella misma época también había tesoros fantásticos como el de la Dama del mar, por el que Henry Morgan organizará la mayor flota de filibusteros jamás conocida, ciudades como Panamá, que se dicen inexpugnables y encienden la codicia de los hombres, y mujeres como Elena, capaces de provocar la pasión y la ternura del corsario más insensible.
El príncipe de los piratas es la historia de Íñigo Santa Cruz—llamado Lefthand por los ingleses—, tan falsa como todas las leyendas y tan cierta como cualquier historia de piratas.

MI OPINIÓN

Son muchas las novelas conocidas desde hace años las que encabezan un lugar importante dedicadas, principalmente, a los corsarios; esos piratas que viven por y para la mar, por los botines y sus sueños. Novelas tan famosas como La isla del tesoro o Sandokan, son algunas de las más conocidas donde tiempo después fueron llevadas a la gran pantalla.

El príncipe de los piratas narra la historia de la cruzada de Íñigo Santa Cruz, pirata bien conocido por su sobrenombre Lefthand, hacia la que sería su salvación de una muerte casi segura y conseguir el gran botín de La Dama del Mar. Nos embarcaremos en El príncipe del mar y podremos ser partícipes de una gran expedición que nos llevará a Panamá. Esta novela trata de ser amena y sencilla con el fin de entretener al lector aventurándose en una época donde lo que se relata es mitad ficción mitad real. Es cierto que muchos de los acontecimientos ocurridos en el libro ocurrieron en el pasado, lo que le da a la historia un toque de realismo y autenticidad. Se trata de una aventura llena de secretos, ambición, peligro, amor, deslealtad, respeto, amistad… donde los hechos históricos y la ficción van cogidos de la mano.

La pluma del autor consigue atraparnos desde la primera página, y aunque al principio cueste un poco engancharse a la historia por su monotoneidad, serán los personajes y situaciones aventureras los que consigan atrapar al lector completamente. La historia está divida en tres partes, cada una con diferente grado de intensidad en la trama, harán que el final alcance su mayor cenit y aventurando al lector a vivir una experiencia donde los nervios están a flor de piel. Así mismo, también se podrá disfrutar de algunas escenas románticas, aunque serán escasas. El lenguaje de la época no entorpece en ningún momento la lectura, sino que resulta ser un aliciente más que lleva a que veamos los personajes más naturales y reales.

Los personajes están bien perfilados y desarrollados, desde Íñigo pasando por Morgan y acabando en algunos de los corsarios. Será Íñigo el personaje que más terminemos de conocer, ya que es su historia la que se relata en estas páginas. No obstante, entender muchos de los motivos que llevan a este personaje a convertirse en pirata y posteriormente realizar todas las fechorías que comete, llevará al lector a familiarizarse con él y, en el fondo, cogerle cierto apego. Sin embargo, no todo gira en torno a él. Conoceremos a unos personajes entrañables que lo único que quieren es salir de la monotonía y de la pobreza.

En conclusión, El príncipe de los piratas es una novela sencilla y amena que entretiene al lector llevándolo por los entresijos, históricos y ficticios, acontecidos en el siglo XVII. Una historia para disfrutar de las aventuras junto a Íñigo Santa Cruz.